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¿Te cuesta tomar decisiones? ¿Sientes que no eres lo suficientemente analítico y metódico? o por contra ¿te cuesta sacar tu lado creativo a relucir? La respuesta a estas cuestiones, entre múltiples condicionantes externos, se encuentra en el interior del tronco encefálico. 

El tronco encefálico se encuentra indirectamente conectado con el centro principal de toma de decisión: el lóbulo frontal. Es más, el desarrollo neurológico se inicia de manera ascendente, desde el tronco encefálico al lóbulo frontal. 

 

¿Cuál es la relación entre la toma de decisiones y el lóbulo frontal del cerebro?

El lóbulo frontal izquierdo es el responsable del aspecto analítico y juicioso del cerebro. Al contrario, el lóbulo derecho se asocia con nuestro lado más integrativo y creativo. Cuanto más estimulemos uno de los lados, más tenderemos a actuar de esa manera concreta. Por ejemplo, las personas diestras tienden a presentar más actividad en el lado izquierdo, más analítico. 

 

¿Qué pasa si existe un desequilibrio entre ambos lóbulos?

Si la actividad de ambos lóbulos no es igual, es normal experimentar más dificultad a la hora de integrar la información. Seguramente tú también hayas sentido que cuando te cuesta entender lo que pasa a tu alrededor (ya sea por cansancio, estrés o cualquier otro motivo), tu vida se convierte en un caos. 

 

¿Cómo equilibrar la actividad cerebral? 

La activación de los lóbulos frontales, a nivel de movimiento, es contralateral. Es decir, para regular el lóbulo izquierdo, movilizaremos el lado derecho del cuerpo. Así, si en nuestro día a día, por ejemplo, notamos que juzgamos demasiado, o somos demasiado analíticos con nuestro entorno, bastará con trabajar el lado izquierdo de nuestro cuerpo con tal de nivelar la actividad de ambos lóbulos. Siempre y cuando, no queramos incidir desde el tronco encefálico, que paradógicamente se debería hacer del mismo lado. 

 

La meditación: una solución para el cerebro

Otra de las maeras de ejercitar el lóbulo frontal del cerebro y el tronco encefálico es a través de la meditación o el mindfulness. Estudios recientes han demostrado que la práctica de meditación contribuye a la creación de materia gris en nuestro cerebro. Esto es, la parte cerebral compuesta por neuronas e interconexiones nerviosas. En el caso del estudio realizado por el profesor Sergio Elías Hernández, de la Universidad de la Laguna en colaboración con  la Universidad Kings College de Londres, la Universidad Jaume I de Castellón y del Sermas de Madrid, se pudo comprobar que, tras un estado meditativo, las personas presentaban alrededor de un 7% más de materia gris en su cerebro. Esta cifra resulta especialmente sorprendente teniendo en cuenta que perdemos alrededor de un 0,15% a un 0,3% de esta materia al año. Además, de entre todas las áreas del cerebro, la diferencia de materia gris era más acentuada en el lóbulo temporal derecho y en ambos lóbulos frontales que, como ya sabemos, se asocian con las áreas cerebrales menos analíticas, relacionadas con la creatividad y el “estar presentes”. Impresionante, ¿verdad?

Si todavía no nos conoces, somos una escuela neurocéntrica. Existen numerosos ejercicios que realizar para estimular el cerebro a partir del cuerpo. Pero, si bien el movimiento en el plano físico es esencial, en nuestra escuela integramos el trabajo de los cuatro planos de existencia distintos -físico, químico, emocional y energético-.


¿Sabrías cuál de los lóbulos frontales tienes que trabajar?
¿Todos los ejercicios son aconsejables o hay unos mejores que otros?
¿Tiene sentido trabajar el lado ipsilateral para estimular mejorar el lóbulo del mismo lado?
¿Se trabaja igual el lóbulo frontal directamente que desde el tronco encefálico?
¿Cuáles son los matices al movernos para influir en el tronco encefálico o lóbulo frontal?

Ahora ya conoces la manera correcta para facilitar la toma de decisiones en tu día a día. Además, has podido comprobar que las dolencias e imposibilidades tienen una raíz mucho más profunda que el plano físico. ¿Quieres saber más? Escríbenos o consulta nuestros cursos.