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    Dentro de las enseñanzas del yoga, existe un área de práctica especializado en las manos. Hablamos de los mudras. La palabra sánscrita mudra significa “sello” y proviene de los conceptos “Mud” (felicidad) y “Dhra” (disolución). 

Estos misteriosos signos realizados con los dedos durante la práctica de yoga o a lo largo de una meditación ayudan a conectar diferentes sistemas de nuestro cuerpo. Canalizan la energía permitiéndonos enfocarla hacia objetivos precisos.

 ¿Qué nos dicen las filosofías ancestrales?

Según la antigua filosofía hindú, los cinco dedos de la mano representan los cinco elementos fundamentales del universo.  El pulgar está conectado al elemento Fuego (Agni), el índice es el elemento Aire (Vayu), el dedo corazón se asocia al Éter (Akasha), el anular al elemento Tierra (Prithvi) y, por último, el meñique con el Agua (Jala).

Además de esta asociación de elementos, se cree que en el cuerpo existen unos canales energéticos llamados “nadis”. A través de estos centros viaja la energía (prana) que recorre nuestro cuerpo. Los circuitos energéticos podemos compararlos con: las venas por las que pasa la sangre de manera incansable o la red de nervios que recorre nuestra anatomía. Existen hasta 72.000 “nadis” a lo largo de todo el cuerpo, no obstante, algunas filosofías como el Ayurveda destacan tres “nadis” principales. Pero este es otro tema.

¡Escríbenos si te gustaría saber más sobre los “nadis” y sus tipologías!

Volviendo a los mudras, ahora ya podemos entender que, cuando los dedos se tocan entre sí, conectan distintos canales energéticos o “nadis” permitiendo y estimulando la consonancia de ciertas vibraciones energéticas.

¿Sabías que hay alrededor de 4000 fibras nerviosas en cada una de las puntas de nuestros dedos?

Así, cada nervio se conecta a un sistema que integra a los órganos, glándulas endocrinas, etc. Al hacer un mudra generamos presión en estos puntos y producimos los siguientes efectos: A nivel físico, ejercer presión promueve la actividad en tu cortical del cerebro, lo que, por cómo funciona el sistema, repercute en el resto de tu cuerpo. A nivel mental, los mudras pueden ayudarte a percibir y ser consciente de tu energía interna. Son llaves que te permiten conectarte con ciertos circuitos neuronales.

 

Imaginemos una guitarra. Cuando tocamos las cuerdas de la guitarra, estas vibran y tienen un resultado dentro de la caja de resonancia del instrumento: la vibración produce un sonido. Si imaginamos que somos una guitarra, la vibración energética en nuestro cuerpo también tiene un impacto en nuestro organismo.

De esta manera, creando formas con nuestros dedos y manos, podemos modificar la manera en que la energía transcurre por nuestro cuerpo con el fin de mejorar nuestro estado físico, emocional y energético, fomentando nuestro poder de autocuración. En cierta manera, como ves, el futuro está, literalmente, en nuestras manos. 

En escuela Atlantis tratamos de transmitir conocimientos que ayuden a entender a la sociedad occidental que la salud y el bienestar no son más que la combinación del correcto funcionamiento del plano físico, emocional, energético y químico. ¿Conocías los mudras? ¿Sabes cómo conectar estos planos? La kinesiología nos enseña una manera de hacerlo… 

Échale un vistazo a nuestro Módulo introductorio para aprender más sobre nuestra visión de la salud y cómo entra en juego el plano energético a la hora de buscar el bienestar.

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